La 'Nouvelle Vague' francesa fue un fenómeno artístico y social que cambió el panorama cultural de la Francia de finales de los 50, dando lugar al nacimiento de una nueva manera de hacer cine que se extendió por toda Europa, alterando lo que hasta entonces eran tenidos como principios inamovibles a la hora de rodar un filme. Las nuevas maneras de hacer películas y las nuevas historias que se contaban en ellas crearon una nueva manera de vivir, más libre y espontánea, que caló con rapidez en la juventud de finales de la década de los 50.
La Nouvelle Vague tiene sus raíces en André Bazin que comienza, en 1947, a mantener una serie de nuevas ideas sobre cómo hacer cine sin sujetarse a las forma de crear películas vigentes en Francia. Bazin defendía un cine realista y fresco, que mostrase la vida cotidiana y que no requiriese de grandes presupuestos económicos. Con esta concepción, André crea su primera publicación sobre cine, la Revué Du Cinéma (1947), que en 1951 sustituye por Cahiers Du Cinema. En esta última revista, una nueva generación de críticos cinematográficos, influidos por Bazin, da el paso y se convierte en directores y cineastas: Godard, Truffaut, Chabrol, Rohmer y Demy, entre otros, pasan de escribir sobre el nuevo cine a hacerlo. Para finales de los años 50, varios de estos nuevos directores ya habían filmado cortos e incluso sus primeros largometrajes, obras totalmente rupturistas que utilizaban nuevas técnicas de rodaje (exteriores, poca puesta en escena, filmación con cámaras llevadas en las manos…) y que se basaban en la visión del director, el auténtico autor de la obra. En la Nueva Ola, la regla era que no había reglas.
Probablemente, en 1962 Los Beatles no tuviesen ni idea de qué era la Nouvelle Vague, aunque sus nuevos peinados estuviesen inspirados en ella. Cierto que fue Astrid Kirchherr la que primero les invitó a peinarse hacia delante y con flequillo cuando el grupo visitó Hamburgo en la primavera de 1961. Los amigos de Astrid ya se peinan así, en parte porque estaban influenciados por el existencialismo francés. Pero fueron John y Paul los que, en un viaje a Paris realizado en octubre de aquel mismo año, decidieron adoptar los nuevos peinados al comprobar que esa manera de peinarse ya era popular en Francia, y por descontado, en el ambiente artístico de la capital francesa. Jurgen Vollmer, uno de los amigos de Astrid, que estuvo con Lennon y McCartney en ese viaje a París, fue quien les presionó para que se peinasen ‘a lo francés’. Cuando los chicos volvieron a Liverpool, el legendario peinado Beatle había nacido, tal y como asevera Mark Lewisohn en The Complete Beatles Chronicle (Hamlyn, 1992) En realidad, uno de los rasgos físicos más característicos de los Cuatro de Liverpool ya estaba presente en la sociedad francesa de finales de los 50, y, por tanto, en los cortometrajes y largometrajes que dieron lugar al nacimiento de la Nouvelle Vague.
La influencia fue mucho más directa y contundente en el caso del joven Andrew Loog Oldham, que en la primavera de 1963 llegaría a ser manager y productor de los Rolling Stones, pero que en 1959 y 1960, con sólo 15 años, era un apasionado seguidor de la Nueva Ola francesa. Oldham visitaba cada semana el Hampstead Everyman Cinema, en Londres, donde se proyectaban las primeras obras de Godard, Truffaut y Chabrol para un pequeño grupo de cinéfilos. Oldham absorbió con rapidez la imagen y el estilo de vida desenfadado que proponían las nuevas películas francesas, y trató de hacer de su vida una película de la Nouvelle Vague, interpretando a Jean Claude Brialy o a Jean Paul Belmondo según exigiesen las circunstancias de cada día. Por propia confesión de Loog Oldham en Stoned (St.Martin’s Press, 2000) la Nueva Ola del cine francés influyó decisivamente en las artes británicas, y en particular en el Nuevo Pop. Los Beatles tuvieron su contacto con ella en Hamburgo y París. Los Stones contactaron a través de Andrew. Cada fotografía de los primerísimos Rolling Stones de 1963 y 1964 está pensada y tomada con las imágenes de la Nouvelle Vague que Oldham retuvo en su mente.
Queda por mencionar la relación entre la Nueva Ola francesa y los comienzos del movimiento Mod británico, movimiento que ayudaría a definir la Cultura Pop inaugurada por Los Beatles. Siguiendo a Richard Barnes (Mods! Plexus, 1991) el primer núcleo de mods londinenses, jóvenes judios de familias acomodadas, obtenían inspiración para sus trajes, zapatos y camisas de Italia y, sobre todo, de Francia. Entre 1959 y 1962, gran parte de estos primeros mods estaban tan influenciados por todo lo francés que acudían a ver proyecciones de películas de la Nouvelle Vague, incluso aunque no entendiesen una palabra. La obsesión se extendía a otros detalles, como fumar Gauloises (o encender uno, si no se fumaba), leer Le Soir (o hacer que se leía, si no se sabía francés), comprar barras de pan francés o reunirse en los clubs franceses de Londres (La Bastille, La Poubelle y Le Kilt). Uno de estos mods precursores fue Pete Meaden, compañero de Loog Oldham en el Everyman Cinema de Hampstead y futuro manager de Los Who en su primera encarnación como The High Numbers (1963 – 1964). Cuando el movimiento Mod se popularizó por toda Gran Bretaña en 1964, los nuevos miembros llevaron consigo parte del legado francés, aunque fuese inconscientemente.
En definitiva, la conexión entre la Nueva Ola francesa y el Nuevo Pop británico existió, fue de una importancia muy reseñable y viene a demostrar como los grandes movimientos artísticos crecen gracias a las colaboraciones que se establecen entre ellos. También el Nuevo Pop británico influyó en el cine, pero de eso hablaremos en otro momento.
Escrito por Equipo de Pop Thing el 9 de Mayo de 2005 · 10:14 AM
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