Las giras de Los Beatles por Estados Unidos son un pequeño mundo aparte dentro de la historia del cuarteto de Liverpool. Todas, pero sobre todo la de 1964, fueron algo nuevo, diferente, nunca visto antes, todas marcaron un antes y un después. Chuck Gunderson, un afable publicista de San Diego, decidió ser el Mark Lewisohn de estas giras legendarias y complementó su colección de memorabilia con una investigación histórica en condiciones. Como Chuck tiene formación académica en Historia, no le resultó difícil trazar el camino, pero sí llegar a destino: para él, siempre había información que buscar, documentos que encontrar y hemerotecas que visitar. Su meta estaba muy clara: documentar de manera exhaustiva cada concierto de cada gira, pero no sólo en cuanto a la actuación musical en sí, sino como acontecimiento para la ciudad que recibía al cuarteto. Chuck quería seguir al grupo desde que su Lockheed Electra de la American Flyers Airline llegaba al aeropuerto, quería saber qué pedían los chicos al servicio de habitaciones, cómo eran los hoteles en los que se alojaban y qué aspecto tenían los estadios y centros cívicos en los que tocaban. Gunderson quería saberlo todo.
Además de saberlo todo, Chuck quería presentar su investigación de una forma única. Consiguió fotografías de gran calidad, inéditas u olvidadas. Tuvo acceso a los contratos y al resto de documentación de la GAC, la agencia que planificó las giras para Brian Epstein. Indagó en la correspondencia de todas las partes intervinientes, en la publicidad que hicieron los promotores y las estaciones de radio locales. Amasó tal cantidad de material que la empresa que le ayudaba a diseñar el libro le advirtió, casi desde el principio, que iba a resultar imposible meterlo todo en un solo tomo, por mucho que su formato fuese generoso y las páginas pasasen de las trescientas. Imposible.
De imposible, nada. Chuck Gunderson, que ha financiado el proyecto de su propio bolsillo, ordenó que se hiciesen dos volúmenes y que ambos se ofreciesen en un precioso estuche. Eligió los mejores papeles, las mejores encuadernaciones y se aseguró de que la reproducción del material gráfico fuese perfecta. Impuso un diseño inmaculado y obtuvo un resultado que superaba sus expectativas y las de cualquier fan de Los Beatles, por obsesivo que fuera. Chuck publicó su obra de forma profesional en 2013 y, en ese momento, se convirtió en el autor de referencia sobre este tema, dejando muy atrás a Larry Kane y a Barry Tashian. Some Fun Tonight es como estar allí, de gira.
Pop Thing os recomienda fervientemente Some Fun Tonight. Se puede comprar directamente a Chuck, que lo firmará a todo el que lo pida. La edición es limitada y lleva más de un año vendiéndose bien, así que es probable que no le queden muchos. El autor no asegura que vaya a haber reediciones. Y ahora merece especialmente la pena aprovechar la ocasión, porque hay una oferta navideña y el precio ha bajado. Cuando nosotros compramos nuestro ejemplar, el pasado verano, costaba 250 dólares, con envío rápido incluido. Hoy, cuesta 200. Supone un buen ahorro, que se puede reservar para imprevistos: el paquete pesa mucho y es voluminoso, porque Gunderson usa una caja de cartón especial (tan coleccionable como el resto del material) que va dentro de otra convencional. Esto hizo que las aduanas españolas se fijaran en nuestro envío y nos girasen el IVA (8 euros). Correos cobró otros 28 por tramitar la importación. ¡Lo damos por bien gastado!
Escrito por Equipo de Pop Thing el 5 de Noviembre de 2014 · 04:20 PM
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