¿Era antes la vida más sencilla? Es muy probable que sí. La vida, en sí misma, siempre ha tenido sus dificultades, tribulaciones y penas, pero parece haber ido ganando en complejidad con el paso de las décadas, al mismo tiempo que las comodidades materiales iban pasando a ser patrimonio de casi todos. Hoy, incluso en época de recesión, se vive con más adelantos, lo que no quiere decir que se viva mejor. Sabemos que hace cincuenta o sesenta años, la gente pasaba estrecheces; intuimos que, a cambio, disfrutaban de la felicidad de las pequeñas cosas del día.
La vida más sencilla. Si estamos en lo cierto, esa sencillez se extendió a todos los ámbitos. También estaba presente en la publicidad gráfica, en los anuncios que se insertaban en diarios y revistas. Si nos asomamos a ellos, todavía se percibe la luz de un tiempo que se nos ha ido, pero no sin antes dejarnos un casi infinito legado de papel. El anuncio que hoy os traemos se publicó en julio de 1945, en las páginas de El Pensamiento Alavés, un periódico local de Vitoria que, en 1933, había tomado el testigo de El Heraldo Alavés, ambos con redacción y talleres en el número 41 de la C/. Dato, en el Ensanche de la ciudad.
La Amuebladora Vitoriana se fundó en 1904, eso lo sabemos con seguridad. La fábrica y la exposición estaban en el 3 de la C/. Independencia, en un pequeño pabellón bajo y alargado, de aspecto decimonónico. En 1917, la empresa anunciaba en ABC su sucursal de San Sebastián, que se localizaba muy cerca del Buen Pastor y que, según rezaba la publicidad, ni alquilaba muebles ni los vendía a plazos. A partir de, al menos, 1928, La Amuebladora comenzó a anunciarse en El Heraldo Alavés, contratando grandes espacios y haciendo gala de sus precios económicos y de sus muebles sólidos y modernos, que no tenían nada que ver con el mobiliario pesado y antiguo que la mayoría de las familias vitorianas tenían en sus casas. En los primeros años treinta, la compañía era ya muy popular en la capital alavesa y también se conocía en otras provincias. Aunque su publicidad parecía dirigida a una clase media acomodada, lo cierto es que les interesaban todo tipo de clientes, incluso los de menos posibilidades (a los que, ahora sí, ofrecían facilidades de pago). En 1945, La Amuebladora seguía promocionándose en la prensa local, pero delegaba esos asuntos en Publicidad Arbex, una agencia del ramo que, en 2011, sigue teniendo oficina abierta en Vitoria. Suya fue la idea de la ilustración que acompaña a estas líneas: el sencillo y elegante estudio que se muestra parece más apropiado para la consulta particular de un médico especialista que para el domicilio del típico vitoriano de a pie de los años cuarenta. La tienda de muebles continuó con sus actividades hasta finales de los sesenta o principios de los setenta, que fue cuando su pabellón fue demolido para dar paso a otros edificios y a otros tiempos.
Escrito por Equipo de Pop Thing el 6 de Octubre de 2011 · 07:24 AM
ingrese en esta empresa el dia 15 de junio de 1953 y permaneci en ella durante 27 años hasta el cierre definivo. Fueron los años mejores de mi vida en los cuales me case y tuve mis dos hijos
Y tengo que darle las gracias a D. Luis Alonso Hernández que fué mi mentor propietario junto con su hermana Joaquin por ,lo mucho que me enseñaron e hicieron de mi un verdadero hombre.
Gracias por tu comentario, Miguel Ángel. Gracias por compartir tus recuerdos.
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