Pillsbury. En su supermercado

Febrero de 1964. Los Beatles aparecen en el Ed Sullivan Show los días 9, 16 y 23. Eso es historia. En 2003, esas actuaciones, junto con la del 12 de septiembre de 1965, se recopilan en DVD. Los discos incluyen los cinco programas completos... anuncios incluidos.

Y ahí está la magia. Vemos los shows, vemos a Los Beatles y a otro montón de artistas de la época y vemos los anuncios originales de Pillsbury y del té Lipton y termina el visionado y casi vamos corriendo a la nevera más cercana para comer y beber, porque los anuncios, tan básicos, tan anticuados, son también tremendamente efectivos.

Da que pensar. Hoy es justo lo contrario. Parece que no pueden venderte un coche o un donut si no te venden con ellos toda una filosofía de vida. ¿El resultado? Pues que no les haces ni caso. No calan. No dicen nada. Y entonces ves un puñado de anuncios de 1964 y te beberías todo el té Lipton del mundo, o te pondrías hasta las cejas de comer bollos Pillsbury. Debe ser que su sencillez impacta. No hay adornos, sólo producto: qué es, cómo se hace y dónde puede usted encontrarlo. Punto, no se necesita más. Al grano. ¿Dónde está el bendito té?

Otra reflexión: qué por detrás de todo íbamos hace cuarenta años. En 1964, en Estados Unidos no sólo había supermercados, sino que los supermercados tenían sección de refriguerados. No, no de congelados. De refriguerados. Que, por cierto, es donde estaban - y están - los dichosos bollos Pillsbury. ¿Cuándo hemos oído aquí en un anuncio lo de "búsquelo en la sección de refrigerados"? Como mucho, hace quince años.

¡Hay que ver qué de cosas se aprenden viendo el programa del viejo Ed Sullivan!

Escrito por Equipo de Pop Thing el 18 de Julio de 2005 · 02:37 PM