Historias de Rickenbackers

Si hay algo que nos guste de verdad, son las Rickenbackers. Varios miembros del equipo tienen la suerte de tener uno o varios modelos de esta legendaria marca norteamericana. Nos chifla hablar de ellas, nos encanta que nos pregunten soibre ellas. Precisamente esto es lo que hizo Jorge hace poco.

Desde que empezamos Pop Thing hace cinco años, nos han llegado infinidad de preguntas de gente que quiere saber. Las respondemos todas, una por una. Estamos aquí para eso. Los visitantes de la web preguntan de todo: dónde conseguir tal disco, qué tal es determinado grupo... cinco años dan para muchas cuestiones. Pero hay una que se suele repetir de vez en cuando, y que a nosotros nos encanta, a saber: "¿Es cierto que las Rickenbacker suenan diferente?". El último que lo ha preguntado es Jorge, un chico de Madrid que nos cuenta que siempre ha querido tener una Rick, y que casi sueña con ellas. Le comprendemos perfectamente, porque a nosotros nos pasaba lo mismo. Jorge quería saber si de verdad suenan diferente, si de verdad son distintas. Le contestamos que sí, que cada marca de guitarra tiene sus características y su sonido particular, y que cada una deja ver su personalidad al hacer determinadas cosas. Por ejemplo: una Rickenbacker distorsionada y sobreamplificada sonará muy parecida a una Fender o una Gretsch. Pero si se tocan arpegios en una Rickenbacker conectada a un ampli ajustado para proporcionar un sonido más limpio, el resultado es inconfundible: la Rick suena totalmente diferente, y lo mismo si se usa como guitarra rítmica. La 325 tiene un sonido más seco ('terroso', llegó a decir algún miembro de Los Pekenikes) que se puede oír en muchas canciones de Los Beatles ('One After 909' - versión de 1963 - 'Thank You Girl', 'I´ll Get You' y 'I Saw Her Standing There', por ejemplo). La 330 y la 360 suenan más brillantes (y ahí están los primeros discos de Los Who para demostrarlo). Al final, eso sí, se trata de guitarras profesionales, con las que se puede hacer lo que se quiera. En las menciones que se han hecho en los telediarios a los conciertos de U2, se ha podido ver a The Edge - su guitarrista - tocando una preciosa Gretsch Country Gentleman. Por cómo sonaba a todo volumen, nadie hubiera dicho que se trataba de esa marca y ese modelo. Hubiera podido ser una Fender.

En fin, todo esto y algo más le contamos a Jorge. Tratándose de nosotros, sólo podíamos recomendarle que sí, que merece la pena ahorrar para adquirir una Rickenbacker. No es ya que sea un guitarra fantástica, es que es mucho más que eso: es un símbolo, un icono.

Escrito por Equipo de Pop Thing el 11 de Agosto de 2005 · 01:01 PM